Que nada cambie, en modo que todo cambie
Somos oportunistas. El mostrador bar no se cambia, lo transformamos. Un solo gesto : afuera la vieja inserción, aquí está el nuevo y voilà…
Zelig cambia, se transforma, revoluciona tu local. Nada ha cambiado. Todo cambió.
Tu bar. No uno cualquiera. No uno anónimo, sin formas, sin elegancia. Tu bar donde dentro se forman vidas nocturnas, amistades del mediodía, los asuntos del corazón en una bebida por la tarde. Cuando susurras chismes y se declinan filosofías. Zelig es nuestra pequeña magia.
Hoy es el color. Mañana el metal. Luego la madera. No hay límites: la imaginación es su único límite. Con Zelig eliges tu bar. Día a día.
Volcarse, camuflajerse, cambia, colora, tintas, descubre, alegra, distingue, revoluciona, decora, transfigura, renueva, encanta, seduce…
Zelig transforma tu local. Y no sólo en palabras.